viernes, 23 de noviembre de 2012

El estado es igualito a la banda de la "mama Lucha"

Una turba enardecida y armada entra a un banco y, bajo amenazas, se apodera del dinero ajeno. ¿Por qué asaltan un banco y no una librería? Porque en el banco hay más plata, pues.
Otra turba enardecida y mucho más armada, llamada estado, aprueba una ley, y bajo amenazas de violencia, se apodera del dinero de los bancos. ¿Por qué los bancos y no los artesanos? Porque los bancos tienen más plata, pues.
En ambos casos el resultado es el mismo: apoderarse de lo ajeno, bajo amenazas de violencia. Razonan igual: buscan a quienes tienen más plata.
¿Por qué en un caso es delito y en el otro no? No hay diferencia alguna.
Permítaseme abundar. Imagine que es un comerciante de un mercado popular, y está dentro de la, digamos, “zona de influencia” de la banda de la Mama Lucha. Constantemente es sometido a extorsiones, a pagar altas sumas por “seguridad”.
No sólo eso; ahora también debe entregarle a la Mama Lucha TODA la información del dinero que usted gasta, para que ella sepa cuánto puede obligarlo a “redistribuir”.
Pues eso es lo que ha hecho la asamblea: obligarnos a entregarle en “bandejita” la información a aquellos que se dedican profesionalmente a quitarle el dinero al prójimo. Añaden el insulto a las heridas, como dicen los gringos.
Como decía Mark Twain, “ni la vida, ni la libertad, ni la propiedad de nadie están a salvo, mientras la legislatura sesiona”.
La “mama lucha” y otros extorsionadores exigen altas sumas para NO secuestrar o darle una paliza a usted o alguien de su familia. El estado exige altas sumas para NO enviarte a la cárcel (para no secuestrarte, en otras palabras). ¿Hay alguna diferencia? La única es que en un secuestro nadie sabe dónde estás; en la cárcel, todos saben dónde estás, pero nadie te puede sacar. Y en la cárcel te violan, te dan palizas, etc. Para efectos prácticos, el secuestro estatal es peor.
Ambos ―estado y Mama Lucha― usan el dinero en lo que creen conveniente; gastos con los que Ud. quizá no esté de acuerdo. No importa; igual debe pagar, para evitarse daño a usted y sufrimiento a su familia.
Hace unas semanas leía un artículo en El Comercio sobre los extorsionadores en Quito. La semejanza del proceder de éstos con el estado, es desconcertante.
  • «A los comerciantes de víveres u otros productos les obligan a pagar dinero para que conserven los puestos y trabajen con “normalidad”». Deje de pagar los impuestos: verá cómo le hacen lo mismo, clausurándole el negocio.
  • Un ciudadano «denunció a una persona que permanentemente le exigía dinero a cambio de mantenerlo libre». ¿No nos encarcelan, si no pagamos los impuestos?
  • «Los extorsionadores operan con colaboradores. Un grupo cobra la plata, otros se encargan de dar seguridad (brazo armado), otros son tramitadores de documentos y finalmente otro grupo se encarga de lo logístico (conseguir autos, transportar a los colectores de dinero)». ¿Están hablando del estado, o de los extorsionadores?
  • «Antes, la mayoría de afectados era comerciantes o empresarios y ahora son profesionales: médicos, abogados, arquitectos, ingenieros ... este viraje delictivo se produce por “los ingresos económicos considerables” de las víctimas». El estado “razona” igual que los extorsionadores.
  • «Tras cobrar el dinero, los grupos hacen giros y se reparten las ganancias». Como si hablaran de repartir el dinero de los bancos en “bonos de desarrollo”, que garantizan un electorado fiel.
Por lo menos, los asaltantes actúan de frente, y uno sabe a qué atenerse con ellos. El estado en cambio actúa hipócritamente. Mientras se hace pasar por benefactor de unos, es violento contra otros. Y si elegimos y reelegimos a los políticos que lo conforman, somos cómplices de esa violencia.
La rapiña («robo, expoliación o saqueo que se ejecuta arrebatando con violencia») nunca es lícita; ni siquiera para hacer el bien. No seamos cómplices de la violencia ejercida contra el prójimo. No se puede, por darle limosna a Juan, amenazar con quitarle la vida/libertad/propiedad a Pedro.
También los extorsionadores son generosos, y hacen obra social. La misma Mama Lucha lo hacía. Lo hace la mafia japonesa durante los desastres naturales. Los mafiosos pueden ser muy buenas gentes. Pero que eso no nos impida reconocer la naturaleza inmoral de sus actividades, lo ilícito de sus ingresos.
La sociedad se perjudica por la existencia de grupos que se dedican a extorsionar a ciudadanos pacíficos, llámense estado o “bandas de la mama lucha”. No los apoyemos. Avergoncémonos de su existencia.
«Todo hombre decente se avergüenza del gobierno bajo el cual vive» ~Mencken.

miércoles, 14 de noviembre de 2012

Nuevo ataque contra la libertad de expresión

Triste día para el país. Resulta que la constitución existe para proteger al gobierno de los abusos de los ciudadanos, y no al revés.
Publicar algo diferente a la verdad oficial, es una "ofensa" al gobierno, y ¡hay que pedirle disculpas...! El director Vivanco, cual Sócrates, se resigna a cumplir una sentencia que repugna a la razón.
¿Qué pensarían Espejo, Montalvo, Calle, de eso?
¿Se imaginan a Espejo pidiéndole disculpas a la corona española, o a la real audiencia? ¿Se imaginan a Montalvo pidiéndole disculpas a García Moreno, a Veintimilla? ¿Se imaginan al "tuerto Calle" pidiendo disculpas a la dictadura de Alfaro?
No. Prefirieron aguantar la prisión, el destierro, la pobreza y marginación, antes que claudicar.
Bien hace el gobierno en denominarse “alfarista”: Alfaro desterró y encarceló periodistas, clausuró imprentas, fusiló opositores sin juicio alguno, y sus partidarios torturaron, apalearon, asesinaron periodistas.

martes, 13 de noviembre de 2012

Contra la misión "Manuela Espejo"

Yo soy una persona muy sensible, preocupada por la “cuestión social”, y quiero hacer algo para aliviar la condición de los pobres y desvalidos, especialmente de los discapacitados.
Como no tengo mucho dinero, ni quiero gastarlo en ayudarlos, ya sé qué voy a hacer.
Reclutaré una tropa de esbirros, quienes irán armados, y solicitarán a los demás contribuciones.
Para motivar a mis secuaces a hacer su “trabajo”, ellos podrán quedarse con la mayor parte de lo que recojan. Lo que sobre, será para mis amados pobres.
¿Ya dije que las contribuciones serán obligatorias? Quien se niegue, igual le quitaremos su “contribución”. Si oculta sus bienes, pues lo secuestramos, hasta que “afloje”. Si huye, le disparamos por la espalda, para escarmiento de los demás. Todo, por los pobres.
«Nadie te da derecho a usar la violencia para apropiarte de lo ajeno», escucho decir a mis detractores. «No te diferencias de un delincuente común».
¡Pero lo voy a hacer en beneficio de los pobres! Yo no me quedaré ni con un centavo. ¡Soy totalmente desinteresado!
«Da igual. El fin no justifica los medios. Usar la violencia para apropiarse de lo de los demás, es inmoral, aunque se lo haga con fines “altruistas”».
Ya sé qué voy a hacer para conseguir ayudar a los pobres y discapacitados. Haré mucha propaganda y convenceré al 51% de la población de que lo que hago, está bien. Es más: les ofreceré repartir con ellos una parte de lo que obtengan mis esbirros. ¿Quién podrá resistirse a una oferta tan tentadora? Si logro que la mayoría me apoye, está bien, ¿verdad?
«No», continúan mis detractores, inconmovibles. «Lo bueno o lo malo, lo justo o injusto, no dependen de la opinión de la mayoría. Un robo, un asesinato, seguirán siendo injustos, aunque la mayoría los apruebe».
Déjenme resumir la posición de mis detractores, a ver si la entiendo bien:
No puedo legítimamente apropiarme de lo ajeno a la fuerza.
No puedo hacerlo ni aunque lo haga por “hacer el bien”, o “desinteresadamente”.
No puedo hacerlo ni aunque la mayoría de la gente esté de acuerdo.
Entonces, si yo no puedo, ¿por qué el gobierno sí puede?
¿Por qué lo que es malo y prohibido para mí, para todos, para cualquier ciudadano, es “bueno y lícito” para algunos ciudadanos que se llaman a sí mismos “gobierno”?
Respuesta: ¡no lo es! ¡Sigue siendo malo, inmoral, ilícito!
Lamentablemente, la mayoría no lo ve así. Están acostumbrados a que haya “alguien que mande”, que “coja, parta y reparta” (y se quede con la mejor parte).
Muchos otros están de acuerdo por interés: esperan que les llegue algo del “reparto del botín” producto de despojar al prójimo. Su conciencia ha sido comprada. Pero eso no cambia la moralidad de esos actos.
Es por eso que la misión “Manuela Espejo”, y el bono “Joaquín Gallegos Lara”, no me producen admiración.
En pocas palabras, se reducen a que unos cogen la plata que quitaron a otros, se quedan con una parte, y usan el resto para hacer obra social..., llevándose el crédito, la gratitud y... los votos de quienes participaron en el “reparto del botín”.
Eso no me parece digno de un premio Nobel de la paz. Menos aún cuando al mentalizador de dicho programa jamás le hemos escuchado oponerse a las arbitrariedades, insultos, y abusos del poder del que forma parte.
¡Vaya! Si se lo otorgaron al presidente Obama...
(quien cobardemente mata con bombardeos a inocentes niños y a quienes intentan rescatarlos, en países pequeños que no pueden evitar dichos bombardeos; quien se jacta de haber perseguido judicialmente a más periodistas que denuncian la corrupción que otros gobiernos; que se arroga el derecho de declarar “terrorista” y asesinar sin juicio alguno a cualquier persona en el mundo; quien usó ampliamente marihuana en su juventud, y sin embargo envía cada año a miles a la cárcel por hacer lo mismo)
..., pueden dárselo a cualquiera. Tal vez le pida a mis esbirros que me nominen para la próxima.

lunes, 5 de noviembre de 2012

¿Tenemos república, o monarquía medieval?

Los estatistas parecen creer que el gobierno es lo principal, lo preeminente, frente a los ciudadanos; y que ser presidente es “lo máximo”.
Así, el superintendente de bancos Solines sugiere fijar un límite a las remuneraciones de los banqueros para que “nadie gane más que el presidente de la república”. Alberto Acosta propone que «quienes tienen un ingreso superior dos veces al Presidente de la República, deberían tener un impuesto a la renta de por lo menos el 50% de sus ingresos». En ocasiones hemos escuchado al presidente hablar de la “majestad” del cargo que desempeña.
Me resulta curiosa dicha concepción del poder. Quienes piensan así parecería que se refieren al ejercicio del poder dentro de un reino medieval, no una república moderna.
El rey medieval tenía “súbditos”, quienes le debían pleitesía; los súbditos se hincaban ante él; nadie era “más” que el rey.
Sin embargo, en una república nadie es “más” que nadie, todos somos iguales ante la ley; algunos ciudadanos han sido elegidos para servir a los demás, y nadie tiene “más importancia” que ninguno. Los servidores no tienen ninguna “dignidad” especial; eso de la “dignidad”, de ser “dignatario”, es un triste rezago monárquico.
No se me replique que, en virtud del “valioso” servicio que prestan a la sociedad, los ciudadanos les debemos a los funcionarios públicos un respeto y consideración especiales. ¿No pretendían también los reyes de antaño haber recibido un poder divino para dizque servir, cuidar y proteger a los pueblos sobre los que reinaban? El propio Jesús dijo: «los reyes de las naciones las gobiernan como dueños, y los mismos que las oprimen se hacen llamar bienhechores». ¡Ja! Eso en mi opinión se aplica plenamente a nuestros supuestos “servidores públicos”.
Ya que hemos citado al Señor, escuchemos lo que dijo a continuación: «¿quién es más importante: el que está a la mesa o el que está sirviendo? El que está sentado, por supuesto». ¿Qué es lo principal: la sociedad, o el gobierno? Sociedad y gobierno, ¿quién eligió a quién? ¿Quién es más importante: el ciudadano, que elige a su servidor, o el servidor elegido? ¡El ciudadano, por supuesto!
Pero, ay, en la realidad vemos lo contrario. ¿Quién cede el paso cuando va por la calle una caravana de vehículos oficiales blindados, con vidrios ahumados? Nosotros, por supuesto. Trate de negarse a hacerlo, a ver cómo le va enfrentándose a la “fuerza pública”... Ahí veremos a quién le guardan lealtad... “Servir y proteger”... Sí, pero no a usted ni a mí. A Ellos.
Sigamos con la idea de que el “servido” es, o debería ser, el principal, y que el “servidor” es menos importante. No como ser humano, por supuesto, sino por su cargo.
A los estatistas totalitarios les sorprende que alguien gane más que el presidente. No debería sorprenderles tanto. ¿Acaso el presidente es el dueño del país? ¿Acaso es algo parecido a un rey? ¿Acaso él “creó” a la sociedad que lo eligió? Por supuesto que no. Otra vez: presidente y ciudadanos. ¿Quién eligió a quién? ¿A qué debe parecerse más un presidente: a un rey, o a un mayordomo?
Si le sóno feo comparar a un presidente con un mayordomo, lo atribuyo a los mencionados “rezagos monárquicos”. Tendemos a ver el poder aún como era en los reinos de antaño. Pero en una república, el poder es: servicio; es delegado; es limitado; está sujeto a control y rendición de cuentas; es revocable. Lamentablemente nadie recuerda esto.
(Supongo que la degeneración de las repúblicas en despotismo es inevitable. Los antiguos romanos, luego de su pésima experiencia con sus reyes, se dijeron, “reyes, nunca más”, y fundaron la república. Derivó en populismo, y finalmente en el despotismo de los emperadores. Los ideales de libertad, igualdad y fraternidad de la revolución francesa desembocaron inmediatamente en el Terror, y en más emperadores... ¡parece que hay un patrón a seguir! La revolución americana mantuvo sus ideales por poco más de un siglo, hasta que Lincoln prefirió fundar un imperio [¡otra vez!] antes que mantener la confederación de los Padres fundadores... Acá en latinoamérica nunca fuimos muy fieles a los ideales de la independencia. Siempre hemos tenido una especial debilidad por los “hombres fuertes”. Y hasta un par de emperadores ha habido)
Hay más. El dinero que recibe un alto ejecutivo, se lo pagan los dueños de la empresa voluntariamente, de buena gana, y de su propio bolsillo. Lo mucho o poco que gane un empresario, lo recibe de los clientes que voluntariamente le compran. En cambio el sueldo del presidente se paga con dinero obtenido de bolsillos ajenos bajo amenaza de violencia (prisión y confiscación. Es decir, se paga con “impuestos”, que por algo se llaman así, y no “voluntarios”). “Gobiernan como dueños, y los mismos que oprimen se hacen llamar bienhechores”... Sabias palabras...
Permítaseme aportar otra razón, con un ejemplo.
Uno contrata una empleada doméstica. Y uno le paga menos que lo que uno gana. ¿Injusto? ¿Explotación? ¡Es imposible pagarle más que lo que uno gana! Si uno no puede pagarle siquiera el mínimo, pues no puede contratarla. Así de simple. Y nadie se sorprende de eso.
Los totalitaristas deberían alegrarse que haya ciudadanos prósperos dispuestos a contratar a otros, pagándoles bien. ¿No se alegra la empleada doméstica cuando a sus empleadores les va bien? Podrán seguir contando con sus servicios. ¿O debe llenarse de envidia y malevolencia contra esos “explotadores” que le pagan menos que lo que ganan ellos...? ¿Qué tal que la empleada “prohiba” que los señores de la casa ganen más que ella? Absurdo. Pero esa idea se debate con fruición en las cumbres del poder de nuestro país...
Así mismo ha de ser. Los que gobiernan, gobiernan como dueños, no como servidores... Y quienes oprimen al prójimo se hacen llamar “servidores públicos”. Y la gente parece conformarse con ello. Nunca faltarán, empero, las voces de unos cuantos que diremos mientras tengamos aliento: no debería ser así. Un presidente de república debería parecerse a un mayordomo, no a un rey.

jueves, 1 de noviembre de 2012

Apuntes contra la "redistribución de la riqueza"

Eso de la “redistribución de la riqueza” que se ha vuelto a poner de moda entre nosotros, se explica en una sola idea: piensa el político: “es tan divertido gastar la plata ajena”.
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Dicen que a Willie Sutton, famoso ladrón de bancos, le preguntaron: «¿Por qué roba Ud. bancos?», y respondió: «Porque ahí es donde está la plata». La historia es apócrifa, pero se aplica plenamente a nuestros “redistribuidores de riqueza ajena” criollos... Los bancos están llenos de dinero (ajeno); la tentación de “redistribuir” es demasiado grande...
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Sutton dijo, sin embargo: «¿Por qué robé bancos? Porque lo disfrutaba. Me encantaba. Me sentía más vivo cuando estaba dentro de un banco, robándolo, que en cualquier otro momento de mi vida. Disfrutaba tanto todo lo que tenía que ver con ello, que una o dos semanas más tarde estaría buscando el siguiente “trabajo”». ¡Eh! Supongo que así se siente el político que “redistribuye” la riqueza ajena. No se sentiría tan “vital” si redistribuyese la propia, ¿eh?
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Los bancos que, por sus malos manejos, recibieron ayuda estatal, desaparecieron o están en poder del estado (*cof*, Cofiec, *cof*). Los bancos privados actuales no necesitaron esa ayuda. Pero acusar a “los bancos” y “los banqueros”, en general, aún a los actuales, de la crisis del ʼ99, no sólo que es injusto, sino que es estúpido: fácilmente uno se deja llevar del rencor y deja de pensar, convirtiéndose en presa de los manipuladores políticos y sus eslóganes. No es inteligente dejarse convertir en un tonto útil, peor aún de los políticos.
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Una ventaja de la crisis por lo menos una hubo fue que Mahuad se vio obligado a cortar uno de los tantos tentáculos que tiene el gobierno en nuestos bolsillos: la impresión de moneda. Cada año era el 10%, 15%, 20% que perdíamos en poder adquisitivo en beneficio del gobierno. Tal vez ese el origen de tanto rencor por parte de un gobierno autoritario: tanto querría imprimir moneda, pero el pueblo no toleraría, dicen, una salida del dólar.
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El bono disminuye la pobreza, pero de una manera meramente formal. Si definimos como pobres a aquellos que tienen un ingreso menor a un dólar diario, si les regalamos $35 mensuales, ¡puf!, por arte de magia sacamos de la pobreza a los casi dos millones de receptores del bono. Pero NO se han incorporado productivamente a la sociedad; si les quitan el bono, vuelven a ser pobres.
Además, si es verdad que la pobreza, el desempleo, han disminuido, los receptores del bono deberían también ser menos; pero no es así: se han incrementado en cientos de miles, y el monto del bono también.
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Si el gobierno quiere ayudar a las madres solteras, facilíteles: 1) guarderías para que puedan dejar a sus niños e ir a trabajar, y 2) suficiente libertad económica para que las empresas crezcan y les ofrezcan empleo productivo. Pero un gobierno que odia la riqueza y a los ricos, que odia los mercados (que odia la libertad ajena, en otras palabras), no lo hará.
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Políticamente el gobierno prefiere que los pobres se mantengan pobres y reciban el bono: pues se convierten en sus clientes, en el sentido romano del término (es decir, sus “mantenidos”). Tiene casi dos millones de electores fieles, más aún si les sube el bono. Al gobierno NO le interesa que se conviertan en ciudadanos prósperos, independientes, afluentes; se pasarían a la oposición, probablemente, al experimentar en carne propia todas las trabas que sufren los creadores de riqueza en nuestro país.
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Lo que me preocupa es que los cambios de humor del presidente se traducen inmediatamente en políticas de estado y legislación. Él se enardece en la sabatina; su discurso expresado con despecho y sarcasmo se traduce inmediatamente en legislación que se presenta con carácter de urgente a la asamblea. Y muy probablemente se lo apruebe. ¿Ésa es manera de dirigir los destinos de un país?
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Los tecnócratas (burócratas que se creen científicos, según excelente la definición de José Manuel De Oliveira) parecen creer que los ciudadanos son piezas de tablero, que pueden ser movidas de un lado a otro sin chistar. Pero no es así. Aquellos a quienes afectan las decisiones políticas (que se aplican bajo amenazas de prisión y confiscación) siempre buscarán cómo evadirse. Es nuestra naturaleza. Lo hicieron los quiteños de antaño, por una alcabala (IVA) de tan sólo 2%; lo harán ahora.
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Lo que el gobierno no ve, es que sólo puede confiscar para “redistribuir” la riqueza actual; no la futura; y esa riqueza futura es menos probable que se produzca, si uno sabe que será confiscada. Así, la “redistribución” siempre genera pobreza, escasez, desempleo. La “redistribución” NO incentiva la creación de riqueza; la desalienta, y cada vez habrá menos para “redistribuir”.
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Y justifican la “redistribución” porque dizque los ecuatorianos debemos colaborar con el estado. Curioso: creía que era lo contrario, que el estado existía para ayudarnos, servirnos. Resulta que estamos al servicio del estado, no al revés. ¿No suena eso a fascismo?

domingo, 7 de octubre de 2012

La Oxy tenía razón...

Un artículo que escribí allá en Octubre del 2007, y que ha recobrado actualidad al negarse el gobierno a asumir su responsabilidad en el caso Oxy.
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He preparado este dossier resumiendo la posición de Oxy respecto al tratamiento que recibió por parte de las autoridades de nuestro país.
No tengo otro interés sino simplemente sacar a la luz argumentos poco publicitados; normalmente sólo hemos sido expuestos a los argumentos del Estado ecuatoriano.  Pero bien vale la pena informarse de ambos puntos de vista antes de llegar a una conclusión, ¿verdad? 
Lo que hemos escuchado es que “la Oxy transfirió sus acciones; eso estaba previsto como causal de caducidad en el contrato, por lo que simplemente se la ha declarado”.  La realidad —cómo no— es más compleja... 
El documento .pdf —la demanda arbitral— puede consultarse directamente desde http://www.oxy.com/PUBLICATIONS/PDF/Request%20for%20Arbitration.pdf (en inglés. Lamentablemente el link ya no está activo).
La base legal que cita el gobierno y que copio a continuación es correcta, pero inaplicable en este caso, pues el supuesto legal (la cesión de acciones) nunca ocurrió.
1.   La ley de hidrocarburos en su art. 74 establece en su numeral 11 como causal de la caducidad de un contrato petrolero, lo siguiente: «[si] traspasare derechos o celebrare contrato o acuerdo privado para la cesión de uno o más de sus derechos, sin la autorización del Ministerio», norma reiterada en el contrato de participación. 
2. La cláusula 16.1 de dicho contrato, señala: «La transferencia de este Contrato de Participación o la cesión a terceros de derechos provenientes del mismo deberán ser autorizadas por el Ministerio del Ramo», salvo pena de caducidad. 
3. Art. 79 de la Ley de Hidrocarburos: «Art. 79.— (Nulidad de la transferencia de contratos y de la cesión de derechos).— La transferencia de un contrato o la cesión a terceros de derechos provenientes de un contrato, serán nulas y no tendrán valor alguno si no precede autorización del Ministerio del Ramo, sin perjuicio de la declaración de caducidad según lo previsto de la presente Ley». 
4. Del reglamento a dicho artículo: «Los derechos y obligaciones derivados de los contratos de asociación, de participación, de prestación de servicios para la exploración y explotación de hidrocarburos u otras formas contractuales vigentes en la legislación ecuatoriana, podrán transferirse o cederse, total o parcialmente, a favor de terceros, previa la autorización correspondiente del ministerio del ramo, caso contrario dicha transferencia o cesión serán nulas y dará origen a la declaratoria de caducidad, de conformidad con lo previsto en el artículo 74 de la Ley de Hidrocarburos».
5.  En octubre del 2000, Oxy contrató con AEC (subsidiaria de la canadiense EnCana) la cesión de un 40% del interés económico en su cuota de participación de la producción del bloque 15.  A cambio, AEC haría pagos anuales a Oxy por sus inversiones y cubriría el 40% de sus costos de operación en dicho bloque.
6. En el contrato de transferencia del 40% del interés económico se hizo constancia expresa de que dicha transferencia no constituía ninguna cesión de derechos ú obligaciones respecto al contrato de participación.  La Oxy continuaría con el 100% del título legal del bloque 15, siendo la única responsable sobre la explotación. 
7.  Asimismo, en el contrato Oxy–AEC se estipulaba que recién al cabo de los cuatro años de pagos se transferirían los derechos a AEC, obviamente previa autorización del gobierno ecuatoriano.
8. Antes de  finiquitar dicho contrato, la Oxy se reunió con el Ministro de Energía y Minas para informarle sobre la transacción propuesta, quedando constancia escrita de dicha reunión.  Se reiteró al ministro que la Oxy sería la única entidad contratante legalmente responsable con el estado ecuatoriano respecto al bloque 15, hasta que se terminen los pagos cuatro años después, y el estado apruebe la transacción.  El ministro no hizo objeción alguna. 
9. La Oxy lanza un comunicado de prensa sobre la transacción el 1º de noviembre del 2000.
10. En enero ’01 el ministro de energía escribe a la Oxy confirmando que la futura cesión de derechos o títulos requerirá la autorización del ministerio, y reconoció que mientras tanto, la Oxy era la dueña del 100% de los derechos y obligaciones que surgían del contrato de participación.
11. La Oxy realiza inversiones tanto en el oleoducto de crudos pesados (OCP) como en el bloque 15 a su cargo, totalizando más de mil millones de dólares. 
12. El 11 de julio ’04, tanto Oxy como AEC vencen al Ecuador en sendos arbitrajes internacionales respecto a la devolución del IVA.  El laudo respecto a la Oxy ordena al estado a pagar a Oxy $ 75 millones (compárese con los mil millones de la inversión de Oxy que fueron confiscados, según se argumenta enseguida).
13. En vez de cumplir con el laudo arbitral, el Ecuador demanda su nulidad en las cortes inglesas (ganaría la Oxy, v. infra, n.º 19). 
14. El 15 de julio ’04 AEC termina sus pagos, por lo que Oxy solicita la aprobación ministerial para transferir el título.  No se lo conceden, y más bien el procurador de la nación cita el acuerdo con AEC como violación del contrato e instruye al ministro de energía para que inicie el trámite de declaración de caducidad del contrato de la Oxy y quedarse así con sus bienes sin derecho a compensación alguna; medida vista por la Oxy como simple retaliación por haber vencido al Ecuador en el arbitraje por el IVA.
15. El 8 de septiembre ’04 el ministro de energía acoge el pedido del procurador e instruye al presidente de Petroecuador para que inicie el procedimiento de declaratoria de caducidad.  Oxy responde los cargos que se le imputan, sin recibir respuesta durante casi un año.
16. Luego del cambio de dos ministros de energía y dos presidentes de Petroecuador, los funcionarios en funciones reciben análogas instrucciones del procurador, para que se declare la caducidad, so pena de responsabilidad civil y penal en su contra...
17. Finalmente, el 2 de agosto ’05, el presidente de Petroecuador, sin responder a las pruebas de descargo de la Oxy, simplemente escribe al ministro de energía, solicitándole declare la caducidad reiterando sus argumentos.  El presidente de Petroecuador renuncia a su cargo al día siguiente. 
18. En febrero ’06 la Oxy envía un alegato aún más extenso al ministerio de energía, solicitando se produzcan ciertas pruebas para servirse en su defensa.  No recibió respuesta alguna. 
19. En marzo ’06 las cortes inglesas ratifican el laudo arbitral a favor de la Oxy, lo que aparentemente exacerbó la reacción gubernamental contra la Oxy. 
20. En mayo ’06 el procurador reconoce que nada impide llegar a una transacción con la Oxy para resolver el problema.  Dicho comentario fue criticado ásperamente por legisladores, grupos sociales y la comisión de control cívico de la corrupción.  Se realizaron movilizaciones en las calles y amenazas de juicios políticos. 
21. El 15 de mayo ’06 se notificó a la Oxy de la terminación del contrato por declaratoria de caducidad. 
22. Dos días después, basada en la Convención de Resolución de Disputas sobre Inversión entre Estados y ciudadanos de otros estados, Oxy presenta la demanda arbitral ante el International Centre for Settlement of Investment Disputes, una institución del Banco Mundial (que no arbitra, simplemente brinda las facilidades para el trabajo de los árbitros que nombren las partes.  Es conocida la animadversión de nuestros gobiernos contra el banco mundial).
Ya ha habido una providencia del centro.  Puede leerse en: http://www.worldbank.org/icsid/cases/pdf/Occidental_Decision_on_Provisional_Measures_August_17_2007.pdf (en inglés).  Básicamente niega el pedido de medidas cautelares de la Oxy, sin pronunciarse sobre la materia sustantiva. 
Mi conclusión personal es que es evidente la confiscación, el espíritu de retaliación y, cómo no, la inseguridad jurídica para las inversiones extranjeras.  Pero juzga por ti mismo.

sábado, 6 de octubre de 2012

El liberalismo, práctico y actual

El liberalismo ofrece normas muy prácticas para la vida social. Sus postulados pueden resumirse en dos: uno, respetar la vida, propiedad y libertad ajenas; y dos, cumplir la palabra dada (es decir, no defraudar).
El primero suele llamarse principio de no‒agresión. Consiste en no iniciar el uso de la fuerza o violencia contra la vida, propiedad o libertad ajena. Ojo con “no iniciar”; el uso de la violencia defensivamente, es decir la legítima defensa, es..., bueno, legítima, contra quien ha iniciado la agresión, en defensa de uno mismo o de terceros.
Dos corolarios pueden deducirse directamente del principio de no‒agresión.
Primero, los gobiernos no tienen por qué criminalizar (cosa que, ay, hacen constantemente) actos pacíficos, no agresivos y consensuales entre adultos, pues no constituyen agresión.
Es decir, no debe haber delitos “sin víctima” (lo cual indica acciones que de por sí no son violentas ni injustas, por lo que no tendrían por qué castigarse); el gobierno no debe promover su agenda a través de la agresión a los ciudadanos, como ocurre cuando por ejemplo se quiere “impulsar la producción nacional”, criminalizando el comercio internacional.
El cobro de impuestos bajo la amenaza de violencia —prisión y confiscación—, también infringe el principio de no‒agresión, al atentar contra la propiedad. Peor aún cuando se usan para “orientar el consumo”, tratando de disuadir de forma insidiosa al consumidor de elegir libremente (como en el impuesto a la salida de divisas, o impuestos a consumos especiales), resultando en doble agresión.
El servicio militar obligatorio era una evidente servidumbre que limitaba la libertad personal.
Asimismo, no hemos de reprimir conductas ajenas que no implican necesariamente una agresión contra nosotros, aunque nos desagraden (las diferencias de sexualidad, religión, filiación política, raza, nacionalidad, etc.).
El bullying, como agresión injusta, puede y debe ser enfrentado con fuerza similar. La xenofobia, los prejuicios, o lo que llamamos comúnmente “ser sufridor”, no justifican agresión. El que alguien simplemente “me caiga mal” no justifica (aún) que lo discrimine o maltrate.
Cada cual tiene valores y metas propias y tiene derecho a seguirlas en paz; el principio de no‒agresión facilita la armonía en una sociedad libre, diversa, abierta.

viernes, 14 de septiembre de 2012

Erigir un busto a un psicópata genocida

«El odio intransigente al enemigo que impulsa más allá de las limitaciones naturales del ser humano y lo convierte en una efectiva, violenta, selectiva y fría máquina de matar. Nuestros soldados tienen que ser así; un pueblo sin odio no puede triunfar sobre un enemigo brutal». Palabras del “che” Guevara, “el carnicero de La Cabaña” (prisión donde ejecutó a sangre fría a cientos de opositores y prisioneros de guerra, incluso menores de edad, sin juicio alguno).

La dictadura de Batista duró 6 años. El che reconoció ante la ONU que luego de 6 años de revolución «hemos fusilado; fusilamos y seguiremos fusilando mientras sea necesario. Nuestra lucha es una lucha a muerte».

Resumen de la vida del che: me declaro revolucionario con “buenas intenciones”, y empiezo a matar a quienes piensan distinto. ¿Eso es lícito? ¿Es admirable? Este psicópata genocida suele ser citado (“¡hasta la victoria siempre!”) y admirado en las altas esferas del poder. Y hasta un busto le han erigido en Guayaquil...


Tal vez algún lector se sienta escandalizado y discrepe. Es normal, no todos pensamos igual. Tal vez crea que estas ideas son peligrosas, y deben ser combatidas. Respetable opinión. Pero, ¿sinceramente cree que por pensar así merezco morir? ¿O debo matarlo a Ud. por no estar de acuerdo conmigo? Por supuesto que no. ¿Aceptaría que el gobierno mate a su padre, o a su hermano, sólo por no estar de acuerdo?

Psicopatía: «Anomalía psíquica por obra de la cual, a pesar de la integridad de las funciones perceptivas y mentales, se halla patológicamente alterada la conducta social del individuo que la padece». Me parece que se aplica a quien ejecuta sin juicio alguno, a sangre fría a prisioneros inermes. Genocidio: «Exterminio o eliminación sistemática de un grupo social por motivo de raza, de etnia, de religión, de política o de nacionalidad
». Lo que hizo el che.

Lincoln y el Norte fueron los agresores

En su artículo Presagio, Irene Vélez recoge hoy en diario Expreso el relato estándar de la guerra civil de EE.UU.: el opresor y esclavista sur fue vencido por el justiciero norte del libertador Lincoln. Pero no fue sólo eso.

Los estados del sur NO querían tomar el poder; querían permanecer libres, confederados. Los del norte querían un gobierno federal central (la “Unión”) que dominara incluso al sur.

Los estados del norte invadieron a los del sur para incorporarlos, contra su voluntad, a la Unión.  ¿Suena a colonialismo?  Lincoln, textual: «mi propósito en esta lucha es salvar la Unión, no salvar o destruir la esclavitud. Si pudiera salvar la Unión sin liberar un solo esclavo, lo haría».

Se liberó a los esclavos, y se colonizó a los confederados. Y nació el tan funesto imperio norteamericano gracias a Lincoln, que fue para el sur como el usurpador Bolívar para Guayaquil (quien entró con tropas, se declaró jefe supremo y la anexó a la fuerza a la Gran Colombia, desconociendo el gobierno presidido por Olmedo).

viernes, 7 de septiembre de 2012

El gobierno no sabe qué es la libertad


Al gobierno le salen los tiros por la culata. Desarma a los ciudadanos, para reducir la violencia; la percepción generalizada es que ha empeorado. Crea un impuesto para disuadir la salida de divisas; los capitales huyen en estampida (dulce derrota para el gobierno, que ya recauda más por el ISD que por el ICE). Dejó de pagar la deuda; ahora paga intereses más altos, con plazos más cortos y condiciones más severas.
Es que el gobierno no entiende la libertad (la ajena, por supuesto; la suya es una obsesión: que la soberanía, que vayan a ganar elecciones si quieren oponerse, etc.). Recela de ella, la ignora. Por eso tanta regulación, tanta amenaza de sanciones, tanto desplante a otros países.
La solución a todo problema, según el gobierno: «yo ordeno, ustedes obedecen, y éste será un mundo feliz». Cualquiera que haya sido adolescente sabe que “así de fácil, no es”.
Parafraseando a Couture: la libertad se venga de las cosas que se hacen sin su colaboración.
PS. Así, nos atrevemos a predecir que las medidas que se están tomando últimamente en el área de la educación, no tendrán el resultado esperado: porque no toman en cuenta la libertad: de estudiantes, profesores, padres de familia, que son los actores en esta área. Políticos y tecnócratas, que no deberían ser preponderantes en este debate, lamentablemente mangonean a sus anchas.
Si el lector no entendió aún a qué me refiero, haga una autocrítica, no sea que también adolezca de lo que atribuyo al gobierno: ignorar, desconfiar de la libertad, porque no la entiende.
Es que hay sólo dos formas de resolver los problemas sociales: de común acuerdo, o con violencia (o con la amenaza de violencia).
El gobierno sólo emplea la segunda manera; por eso no logra resultados duraderos y profundos.

lunes, 6 de agosto de 2012

Los gobiernos no suelen ser confiables

Los gobiernos tienen sus propios intereses, que no siempre coinciden con los del pueblo. El interés natural de cualquier gobierno es mantenerse en el poder. Para lograrlo, están dispuestos a reducir las libertades de los ciudadanos, o hasta quitarles la vida (como en Siria).
El gobierno nacional no es considerado buen pagador, ni prudente en sus gastos, ni ahorrador. Por eso sólo accede a crédito caro y con garantía de petróleo (pese a que éste, según la Constitución, es inalienable).
Ahora una resolución del Banco Central obliga a las instituciones financieras a prestarle nuestro dinero al gobierno y sus instituciones. Y toda transferencia internacional de dinero debe pasar por las manos del Central.
¿Por qué le han "puesto el ojo" a nuestro dinero? ¿Pondría Ud. a su perro a cuidar su almuerzo? ¿Se sentiría Ud. cómodo si la banda de la Mama Lucha lo obligara a prestarle dinero?
La confianza se inspira; no se exige con amenazas.

domingo, 22 de julio de 2012

Las restricciones a las importaciones son injustas e inmorales

Los miembros del COMEX han decidido limitar la importación de celulares, estableciendo cupos. Su incumplimiento configura delito aduanero.
Esa disposición es injusta, pues atenta contra la libertad individual, al criminalizar actos pacíficos, no agresivos y consensuales entre adultos con sus propios bienes (comprar celulares en el exterior y traerlos para vender).
Pero no sólo por eso dichas disposiciones son inmorales; además obligan a funcionarios públicos a ejercer injusta violencia contra los ciudadanos por actos que son, insisto, pacíficos, no violentos y consensuales.
En efecto, la disposición del COMEX obliga a los funcionarios a realizar conductas (apropiarse de lo ajeno a la fuerza via confiscaciones y multas; encarcelar y/o abrir fuego contra quien intente resistirse) que son sancionadas por las leyes penales, cuando son realizadas por civiles.
La autoridad pública, para obtener los fines que crea convenientes, no puede invadir así las libertades civiles.

sábado, 7 de julio de 2012

Los impuestos son ilegítimos

Imaginemos que tipos armados nos exigen entregarles nuestro dinero bajo amenazas de secuestro. 
No tenemos obligación moral de dárselo. Más bien, tenemos la obligación moral de negarnos. 
¿Importa si dicen que usarán el dinero para alimentarse? No. ¿Y si dicen que lo usarán para alimentar a alguien que padece hambre? No. ¿O si han hecho una encuesta, y el 51% de los vecinos aprueban el asalto para alimentar al hambriento? No. ¿Y si se declaran “gobierno”? Tampoco.
Resignados, entreguemos el dinero, para evitarnos más violencia; además no podemos evitar que se lo lleven. ¿Pero tienen derecho a hacerlo? No. Tampoco el gobierno.
Robar, es apropiarse de lo ajeno a la fuerza, contra su voluntad. “A menos que haya que llenar un formulario; entonces ya no es robo”. Mentira. “Es que Ud. ya tiene demasiado; debe compartir con los que tienen menos”. Con esa lógica, entonces que el partido mayoritario en la asamblea (tan afecto a los impuestos) reparta sus curules a las minorías.
basado en www.caseyresearch.com/cdd/doug-casey-tax-day
Más información sobre la valiente resistencia quiteña contra los impuestos: en este artículo.

martes, 19 de junio de 2012

Contra las limitaciones al libre comercio

El desequilibrio de la balanza de pagos es falaz: supone que "el país" importa y exporta; no es así, quienes lo hacen son individuos con SU dinero y bienes. Dos convienen en hacer negocios, porque AMBOS salen beneficiados; no es que las exportaciones son "buenas" y las importaciones "malas".

Todos en el barrio tenemos una "balanza de pagos" deficitaria con la tendera: le compramos mucho pero no le vendemos nada. ¿Debe el gobierno restringirnos comprarle, para "equilibrar la balanza comercial del barrio"? Absurdo.

La causa real es el gasto público. El gobierno regala cientos de millones de dólares al año en bonos que no se invierten, sino que se consumen. Como aquí es difícil producir con un gobierno hostil a las empresas, esa demanda se satisface via importaciones. Al restringirlas, necesariamente subirán los precios.

Reducir las libertades de la gente y causar un aumento de precios en año electoral... El gobierno se ha dado un tiro en el pie con esta medida.

domingo, 10 de junio de 2012

Corea NO es un ejemplo de desarrollo


Se cita a Corea del Sur como ejemplo de que un gobierno autoritario puede "liderar" el desarrollo. No es así. 

A mediados de los años '70, la mercantilista Corea del Sur, bajo la dictadura de Park, era económicamente inferior a la comunista Corea del Norte (ni se diga respecto a la liberal Hong Kong). El aparente desarrollo de la época se debió a decenas de billones de dólares en regalos, préstamos, subsidios, mercados cautivos etc. otorgados por EE.UU. a cambio de lealtad y las vidas de cientos de miles de soldados surcoreanos enviados a Vietnam.

Luego de protestas civiles violentamente reprimidas, el dictador Park muere asesinado en 1979 (tercer atentado contra su vida). Corea accede a las libertades que le habían sido negadas durante años y despega económicamente, superando al norte comunista (aunque detrás de otros países más libres como Hong Kong). El "dinero fácil" (petróleo, ayuda extranjera) engaña al pueblo: un gobierno autoritario en realidad entorpece el desarrollo.

domingo, 27 de mayo de 2012

La lectura, la tecnología más avanzada

La lectura-escritura es la tecnología más eficiente, barata y flexible que ha inventado el ser humano para transmitir y preservar el pensamiento, superando incluso al audio y al video.
Tan es así, que la historia universal se divide en prehistoria, e historia propiamente dicha, basados en la invención de la lectura-escritura.
Cuando los jóvenes de hoy (y algunos no tan jóvenes) dicen que la lectura los aburre, que se duermen, etc., es como si estuvieran diciendo: "soy primitivo; ese invento moderno (!) de la lectura no es para mí. Yo soy un individuo prehistórico. Mi mente se quedó en la edad de piedra". ¡Es una lástima!
En otras palabras, aunque usen iPads y "smartphones" de última generación, su "sistema operativo" mental está atrasado 3.000 años...
¿Cuántos libros hemos leído últimamente?

sábado, 5 de mayo de 2012

La emisión de licencias de conducir NO debe ser monopolio estatal

Con frecuencia se oye de irregularidades en la entrega de licencias de conducir. En parte se debe a que los funcionarios inescrupulosos no sufren las consecuencias de su irresponsabilidad: no deben indemnizar a las víctimas de los accidentes de tránsito.
Por eso hay quienes recomiendan que sean las aseguradoras quienes otorguen las licencias, que incluirían un seguro de accidentes. Como en caso de siniestro la aseguradora deberá desembolsar ingentes sumas, querrá cerciorarse de la idoneidad de los candidatos.
Para muchos choferes irresponsables el costo del seguro–licencia se volverá prohibitivo, por lo que quedarán prácticamente excluidos de conducir: nada de “puntos recuperables” con sólo asistir a seminarios, etc.
Si estamos aún lejos de encargar a las aseguradoras la emisión de licencias de conducir, por lo menos puede exigirse a los conductores contar con un seguro “personal” que cubra a terceros, a más del SOAT actual que se otorga “al vehículo”.

sábado, 14 de abril de 2012

Contra las cuotas obligatorias de programación nacional en los medios

El proyecto de Ley de Comunicación establece porcentajes obligatorios de programación de producción nacional: 40% en la televisión, y 50% en las radios.
¿No debe difundirse el arte en un clima de libertad? ¿Es estético crear una industria cultural ejerciendo violencia contra otros? Me recuerda la obligación de los artistas de la antigua unión soviética a crear desde el “realismo socialista”, despreciando los demás estilos calificados despectivamente de “idealistas”
Si la ley estableciera que “el 40% de las obras de todo género debe ser de temática indigenista”, los artistas reclamarían con razón. Igualmente si ordenara que “el 50% de las novelas editadas en el país deben ser de realismo mágico”.
Me desconcierta que varios artistas estén satisfechos con esas disposiciones. ¿Se alegrarían de obligar a presenciar su arte a un público que no los ha elegido? Defender la libertad incluye oponerse a la violencia ejercida contra el prójimo, aunque esa violencia me beneficie.
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Este artículo surge luego de un debate sobre el artículo publicado en diario El Universo: http://www.eluniverso.com/2012/04/12/1/1363/imponiendo-lo-nacional.html

viernes, 6 de abril de 2012

Un gobierno en crecimiento es perjudicial

En 1957, Leopold Kohr publicó “El desglose de las naciones” (The Breakdown of Nations). Afirma que los grandes problemas del mundo ―expansionismo militar, deuda pública impagable, pobreza, corrupción, guerras, etc.― son causadas por la expansión de los gobiernos: cuando crece demasiado, necesariamente se vuelve opresivo.
Los gobiernos “elefantiásicos” de hoy arman inmensas burocracias que demandan ingentes recursos. Si fueron creadas supuestamente en beneficio del individuo, este último termina convirtiéndose en mero “pagador de impuestos”. Los burócratas se convierten en la “élite”, disfrutando de privilegios negados a los contribuyentes productivos.
La solución gubernamental a cada problema es crear más burocracia, apropiarse de más recursos, expedir más regulaciones y otorgarse más poder. Al crecer el gobierno, siempre disminuyen las libertades y riqueza de la sociedad.
Históricamente los países que han tenido éxito en salir de la pobreza, todos han tenido gobiernos pequeños y poco intervencionistas.

domingo, 1 de abril de 2012

Manifiesto de los Creadores de Valor

Originalmente publicado en http://www.piensaenlibertad.com/
Nosotros, los creadores de valor, nos alzamos como hombres libres para manifestar que: 
Nosotros somos los que creamos todo el valor que existe sobre la tierra. Somos los que siembran las semillas y recolectan las cosechas. Somos los que amasan el pan y lo llevan a tu casa. Somos los que enseñan y los que se esfuerzan por aprender. Somos los que construyeron tu edificio y los que diseñaron los planos. Somos los que trazamos las carreteras, inventamos el asfalto y lo desplegamos entre las ciudades que construyó nuestro ingenio. Somos los que acumularon el fruto de su trabajo y no nos avergonzamos de llamarlo capital. Somos los que empleamos ese capital para construir más valor. Y somos quienes, por nuestro trabajo, nuestro análisis, nuestra decisión, nuestro riesgo y nuestro éxito merecemos recibir el premio de ese esfuerzo. 
Nosotros, los creadores de valor, somos los legítimos dueños de este mundo. El río carece de valor hasta que nosotros creamos el muelle, la barca, la acequia, el canal, el embalse o el puente. E incluso la barca nada vale, si nuestros músculos no reman y la ponen en movimiento. El fruto del árbol nada vale hasta que nosotros lo recogemos y lo llevamos al mercado que nosotros construimos. 
Nosotros, los creadores de valor, no debemos nada a nadie. Recibimos los conocimientos de otros creadores de valor y pagamos por ellos con nuestro esfuerzo, en el estudio y el aprendizaje. Nosotros no robamos, no saqueamos, no pordioseamos. Nosotros sólo cambiamos valor por valor. 
No todos los habitantes de este mundo son creadores de valor. Y tomamos conciencia de nosotros mismos cuando identificamos a los demás. Hay tres clases de personas que no crean valor: los ayudendos, los pordioseros y los saqueadores. 
Los ayudendos, los que merecen ser ayudados, son nuestros hermanos, personas que quisieran crear valor, o que lo crearon en el pasado, y que ahora no pueden atender por sí solos a las necesidades de su vida. No tienen derechos sobre nosotros, ni nosotros obligaciones respecto a ellos. Pero los creadores de valor sabemos que una sociedad sana es una red compleja, en la que la ayuda mutua ajusta las situaciones y modera las inclemencias de un planeta a veces hostil, y que precisamente nosotros, los creadores de valor, tratamos de poner al servicio del hombre. A aquellos que quisieran poder valerse por sí mismos pero no pueden, por enfermedad, ancianidad o dificultades invencibles, les ofrecemos nuestra ayuda. La generosidad y la empatía son virtudes y los creadores de valor amamos todos los valores. Pero nuestra oferta no es una obligación, sino un regalo que otorgamos. Sólo el trabajo de los esclavos es gratis. 
Los pordioseros son todos aquellos que quieren vivir del trabajo de los demás, pudiendo hacerlo del suyo propio y ni tan siquiera se avergüenzan por ello. Son aquellos que admiten una ayuda para aquello que podrían alcanzar con su esfuerzo. Son todos los que reclaman derechos sobre el trabajo de otros. Son una clase despreciable de personas, pues no sólo claudican de su dignidad y se aprovechan del trabajo de los creadores de valor, sino que se apropian ilegítimamente de aquello que sólo debería ser transferido a los ayudendos. Por mucho que se indignen, por mucho que griten, por mucho que se arropen en las banderas que sirvieron a causas mejores, sólo son holgazanes que quieren robar el trabajo de los demás. Nadie tiene derecho a una vivienda. Sólo tiene derecho a que se le permita construir su vivienda. Cuando alguien reclama el derecho a una casa gratis lo que pretende es que los creadores de valor la paguemos. Nosotros no somos sus esclavos. Nosotros nos negamos a llamar “derechos” a sus extorsiones. 
Los saqueadores son la mayor lacra de la humanidad. Son los que, desde antes del comienzo de la historia, han robado el trabajo de los creadores de valor y se han apropiado por la fuerza de él. Se llamaron jefes, caudillos, sumos sacerdotes, reyes, faraones, nobles, señores feudales... y ahora también modifican sus nombres, que son delegado, gobernador, secretario general o presidente. Son los mismos. Utilizan diferentes denominaciones para confundir a los demás, para engañar y someter mejor a los creadores de valor, para dignificar a los pordioseros, pero su naturaleza ha sido siempre la misma. Los saqueadores son los detentadores del poder político. 
Los saqueadores siempre sometieron a los creadores de valor mediante la fuerza bruta. Y para su mayor gloria construyeron edificios tan portentosos como inútiles, sólo para engrandecer aún más su vanidad. La historia aún se malgasta en exaltarlos. En nuestro tiempo los saqueadores no ponen de manifiesto la violencia de su robo. Ya no llegan con hombres armados a nuestra puerta, ni acompañan su exacción con violaciones y destrucción. Ahora todo se hace de forma casi invisible y aséptica, mediante transferencias automáticas que apenas llegamos a ver o conocer. Pero salvo el esclavismo puro, ninguna época de la historia ha conocido que los saqueadores se lleven entre el 60 y el 80 por ciento del producto de los creadores de valor. Eso ha esperado al siglo XXI para ocurrir. 
Los modernos saqueadores no utilizan ―porque no tienen necesidad habitualmente― otras armas que las palabras, empleadas con un sentido mágico. A su nuevo régimen esclavista le llaman “Estado del Bienestar”. 
Dicen que están legitimados para robar a los creadores de valor porque han sido elegidos democráticamente para ello. Pero no es cierto. Han sido seleccionados por castas de saqueadores organizadas que se llaman partidos políticos. Dicen que están al servicio de los creadores de valor, pero no es cierto. Los atacan, los ridiculizan, los desprecian, en todos los medios de comunicación que artificialmente crean con lo que roban a los creadores de valor, para construir una cultura ficticia y pervertida en la que los saqueadores y los pordioseros son presentados como las víctimas y los creadores de valor, como los culpables. Dicen que existen para auxilio de los ayudendos, que sin ellos sufrirían por los abusos de los creadores de valor, cuando el único auxilio real que llega a los realmente necesitados proviene de entidades privadas, de las familias, y de los escasos recursos que les restan a los creadores de valor tras el saqueo de los poderosos y sus pordioseros. 
Desde sus modernos púlpitos los saqueadores y los pordioseros han conseguido enfrentarnos a los creadores de valor entre nosotros mismos. Odiar al que más tiene, condenar al que más gana. Tú, hermano que creas valor: ¿no ves que es la treta de siempre, de dividir a los esclavos para someterlos mejor? 
Los saqueadores construyen pirámides para enterrarse en ellas. Los creadores de valor construimos rascacielos para intercambiarlos por otros valores, para que alberguen más creación. A las pirámides actuales les llaman “obras públicas” a pesar de la inutilidad y el derroche que implican las más de las veces. Poned “saqueado” donde dice “público” y entenderéis mejor la naturaleza de casi todas las actuaciones de los detentadores del poder. 
Saqueadores: os conocemos ya. No satisfechos con robarnos cada día más con vuestros impuestos confiscatorios, acabasteis con el oro para que la riqueza que producimos sólo pudiese ser medida con los criterios arbitrarios de vuestros burócratas henchidos de soberbia, que cuanto más pretenden controlar nuestra actividad mayores crisis provocan, y miran luego asombrados el daño causado por su incapacidad para controlarlo todo sin romperlo y exclaman: “hacen falta más controles”.
Poder” significa siempre “poder hacer daño”. Nosotros, los creadores de valor, lo sabemos. Por eso no nos pueden engañar sobre presuntas naturalezas legítimas de su poder. Son saqueadores y se comportan como tales. Quizás nosotros pagaríamos a administradores eficaces, valor por valor. Pero el Estado del Bienestar de los saqueadores no es eso. Un político que se sintiese un mero administrador de aquello que requiere ser coordinado entre los creadores de valor, y que por su alcance, excede las capacidades de los individuos solos, sería una bendición para la humanidad. Un sindicalista o representante de las empresas que fomentase equitativas condiciones de trabajo para los creadores de valor, sería un amante de la justicia. Mas todo aquel que pretende arrebatar a los creadores de valor lo que es suyo, en nombre de una supuesta superioridad para emplearlo mejor, es un saqueador. 
Nosotros, los creadores de valor, somos los que tomamos la opción moral superior. Escogimos producir, crear, construir, hacer mejor este mundo con nuestro esfuerzo. Vosotros, saqueadores, habéis optado por robarnos nuestro trabajo y osáis además proclamar que sois mejores que nosotros porque vuestro móvil ―mandar y robar a los que crean― es altruista. 
Vosotros, pordioseros, sois la masa informe y numerosa que, con su peso, afianza a los saqueadores en su poder opresivo sobre los que trabajan. Sois la nueva plaga de nuestro tiempo. En el pasado el pordiosero era despreciado, y se avergonzaba de su condición. Muchos ayudendos, en una economía de subsistencia, apenas sobrevivían con los desechos insignificantes de la sociedad. Algunos pícaros vivían entre ellos, y oscilaban entre la mendicidad y el robo, aportando su número y su fuerza bruta a todo motín de los saqueadores. 
En nuestros días, en cambio, hemos visto con asombro cómo os enorgullecéis incluso de vuestra despreciable conducta, cómo hasta nos amenazáis si no nos convertimos en vuestros esclavos, sin que necesitéis ya la ayuda de los saqueadores: vuestro número y vuestra violencia os bastan. 
Sabed que nada es gratis. Y que todo valor requiere esfuerzo. Decís que os explotan porque no os pagan lo que creéis que merecéis. Habéis creado un mundo ficticio de palabras falsificadoras y, como la realidad se niega a someterse a vuestras mentiras, pretendéis destruir la realidad. Explotar a alguien es robarle el fruto de su trabajo, como hacen los saqueadores con el 60 y hasta el 80 por ciento del producto de los creadores de valor. Vuestro trabajo vale lo que alguien libremente está dispuesto a pagar por él. Es ese acuerdo el que da precio al valor que creas. Si te parece poco, recapacita y piensa qué estás aportando, cuánto esfuerzo has puesto, y piensa sobre todo qué utilidad tiene para los demás. Ese “valor para los demás” es el valor auténtico de tu trabajo y el único legítimo determinante de su precio. ¿No te gusta defender que eres altruista, que hay que pensar en los otros? Pues usa ese razonamiento aplicado a la realidad. Los otros determinan el valor de lo que tú produces al cambiarlo libremente por el valor de lo que ellos han producido. Pero cuando no te gusta el resultado del acuerdo decente y libre, tú, nuevo pordiosero, niño mimado, protestas y gritas, te indignas, quieres imponer tus reglas, y con el lenguaje enfermo que te han enseñado, clamas por tus “derechos”, a un salario “digno”, a una vivienda “digna” y a hacer con tu tiempo lo que quieras, porque tu vida es tuya.
Nosotros, los creadores de valor, estamos de acuerdo con vosotros en ese punto, pordioseros: nuestra vida también es nuestra. Y si puedes valerte por ti, si no eres un auténtico ayudendo, nos negamos a darte parte alguna de nuestro salario. Nos negamos a construirte una casa. Nos negamos a someternos sumisamente a tu egoísmo y tu violencia. ¿Cómo pretendes ignorar que el Estado no tiene más dinero que el que nos roba a nosotros? Y ¿por qué crees que hemos de trabajar para ti? ¿Porque tu tiempo es más importante? ¿Porque tú eres mejor? ¿Tú decides que tu trabajo vale más que el nuestro y que por eso tenemos que regalártelo a ti? ¿Qué te da derecho sobre nosotros? ¿Cómo puedes llamar “digno” a lo que es producto de una extorsión? Roba, oprime, violenta, asusta y mata. Sirve a los saqueadores. Ya los bárbaros y todos los poseedores de esclavos lo hicieron así. Pero mírate al espejo y reconoce tu miserable condición. Llama a las cosas por su nombre. Si no creas valor, al menos ten el coraje del criminal, que no espera ser alabado por la sociedad, sino sólo temido. 
Nosotros, los creadores de valor, sabemos qué son los derechos: aquello que pertenece inalienablemente a todo ser humano y que una comunidad sana se constituye para proteger. La vida, la libertad, la pacífica disposición de los frutos de nuestro trabajo. Vuestro pervertido lenguaje llama "derechos" a lo que sólo son la tiránica imposición de que los creadores de valor trabajen para vosotros. 
Nosotros respetamos la democracia, que acostumbra a ser el menos malo de los sistemas de acuerdo de un grupo. Nosotros creemos que si 100 personas vamos remando en una barca, y hay que decidir si continuar o no, y la mayoría determina continuar, es correcto que todos rememos de acuerdo con el deseo de la mayoría. Remar todos, por voluntad de los más. Pero vuestra lógica corrupta ha llegado a ver bien que 50 ―o incluso 35, si son la minoría más numerosa― decidan que otros 49, ó 35 ó 20, sigan remando en solitario, porque habéis decidido continuar el viaje, pero sin remar vosotros. Y vuestro pensamiento está tan degenerado que justificáis esa reedición del esclavismo porque los que continúan remando, reman mejor y con más esfuerzo. Habéis aceptado los impuestos progresivos, que castigan muchísimo más al que más valor crea, como otros grupos numerosos y no más degenerados que vosotros admitieron en sus sociedades la eliminación de razas o su esclavitud perpetua. También ellos justificaban esa inmoralidad que les hacía la vida más cómoda, mientras otros trabajaban y morían para ellos. 
¡Ay, pobres creadores de valor que aún vivís en la ignorancia! Denunciáis como injusto el tres por ciento que el fundador de vuestra empresa, el que hizo surgir de la nada vuestro puesto de trabajo, recibe de rendimiento por su esfuerzo y su riesgo. Os dejáis arrastrar por los saqueadores y pordioseros en la triste envidia al rico. Vivís cada día más pobres, vuestras empresas cierran, vuestra sociedad se arruina y ni siquiera os queda para auxiliar a los ayudendos, y no os dais cuenta de que los saqueadores os han robado la inmensa mayoría de vuestro trabajo, que vuestro valor ha sido derrochado en inútiles pirámides y en la comodidad ociosa de los pordioseros. Y gritáis indignados, y los miserables que os están robando la vida aún son capaces de orientaros contra vuestros hermanos, los otros creadores de valor. 
Nosotros, los creadores de valor, aún no podemos deciros “¡basta!”. Aún es pronto. Estamos todavía tomando conciencia de quiénes somos nosotros y quiénes vosotros. Pero no os confiéis. 
Puede que los saqueadores ya dominen casi toda la faz de la tierra, pero su opresión no es igual en todas partes. Los creadores de valor huiremos allí donde nuestra servidumbre sea menos penosa. Puede que algunos poderosos se queden sin esclavos valiosos. 
Vosotros, saqueadores, pordioseros, continuad ridiculizándonos. Seguid diciendo que el que emprende roba, que el que trabaja es necio, que el holgazán es un modelo. Seguid castigando al mejor y animando a una sociedad en que todos sean igual de mediocres hasta que vuestra feroz envidia ―el inconfesable motor de vuestras perversiones― no tenga dónde apoyarse para derribar a alguien más alto, porque todo el mundo comparta la misma miseria. Seguid así. No os extrañéis luego si vuestra sociedad es cada día más pobre, más ruin, menos próspera, más triste, gris y decadente. Burlaos de los creativos y los esforzados y echad pesadas cadenas sobre ellos. Puede que se extingan, pero el mayor castigo será para vosotros: el mundo que quedará, el que vosotros habréis producido. Un mundo vacío, excepto de vuestra nimiedad. 
Nosotros, los creadores de valor, queremos deciros bien alto, a vosotros, hermanos que necesitáis de verdad nuestro apoyo, que, como siempre, seremos nosotros quienes os ayudemos. Pero a vosotros, los saqueadores y pordioseros, os avisamos: cambiad. Los más altos y tiránicos poderes han caído, imprevisiblemente, ante la marea de una historia que, por fortuna, parece querer conducir al hombre hacia metas más altas, no hacia una animalización irresponsable. Vosotros, pordioseros, holgazanes, despertad, y procurad hacerlo más pronto que tarde. Puede que si no, amanezcáis un día en un mundo tan complejo que no sólo no lo entendáis, sino que él tampoco tolere vuestra pereza y no haya en él lugar para vosotros.
Nosotros, los creadores de valor, amamos la vida y esta tierra, y lo demostramos y lo vivimos con nuestro trabajo y nuestro esfuerzo. Somos nosotros los que podemos disfrutar de la existencia. Somos nosotros los que la hacemos mejor.
Y vosotros, hermanos, los demás creadores de valor, los que aún estáis abatidos: sois los legítimos dueños de la tierra, alzaos. Alzaos como hombres libres. Nuestra empresa, nuestra casa, es el mundo. Quizás somos más. Y sin duda somos mejores.

Piensa en Libertad
Este Manifiesto ha sido elaborado por el equipo de redacción del foro liberal http://www.piensaenlibertad.com/.
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