sábado, 14 de febrero de 2015

Rectificar caricaturas es ridículo

El poder te está observando...
Que el poder ordene rectificar caricaturas es, por lo menos, una ridiculez (no ocurre en ninguna otra parte del mundo civilizado), y en el peor de los casos una aberración. Porque equivale a obligar a alguien, bajo amenazas de violencia, a expresar un pensamiento que no tiene.
Parafraseando a Unamuno, ha sido “vencido” por el poder, no “convencido”. Como si alguien tomara tu mano y te forzara a firmar algo, o te abrieran la boca y manipulando tu tráquea te forzaran a expresar sonidos que suenan a algo que no crees. Monstruoso, ¿verdad?
Lo que hace la SuperCom y Cordicom es demasiado parecido a la “policía del pensamiento” descrita por Orwell en “1984”. Recordemos la “autocrítica” soviética: también era una rectificación forzosa bajo amenazas.
Y por último, Galileo también fue obligado por la inquisición a rectificar; la “verdad” era que el sol giraba en torno a la estática tierra...