martes, 28 de julio de 2015

Esto es en contra de lo que luchamos

Nila Velázquez publica en El Universo un artículo donde recoge la creencia comúnmente extendida de que “la política es algo bueno, lamentablemente desvirtuada por malos políticos”. Dice:

«Es necesario limpiar el mundo de la política, entenderla como lo que es: trabajar en la búsqueda del bien común y eso requiere la capacidad de servir a todos, más allá de las diferencias partidistas o de intereses … Solo podremos superar este círculo vicioso cuando los jóvenes se acerquen sin recelo a la política, la bien entiendan como, lo que debe ser, una de las formas más altas de servicio y la asuman con una alta conciencia ética. No nos empeñemos en contaminarlos y ofrecerles una imagen distorsionada de lo político».

Lamento decir que lo descrito es precisamente la imagen distorsionada de lo político. Como decía el presidente Correa, burlándose de las creencias ingenuas de algunos de sus partidarios, «estaban soñando con pajaritos preñados, rosados». La realidad de la política es realmente siniestra.

No me refiero con ello a las constantes mentiras públicas de los políticos; a cómo carecen de todo escrúpulo para llegar al poder y mantenerse en él; cómo tratan de destruir ruinmente a sus enemigos; cómo se comportan de modo diametralmente opuesto a cómo un buen padre educa a sus hijos: di la verdad, acepta tus errores, aprende a perder, sé generoso, respeta a los demás… (¿no tuvieron padres los políticos?).

No. No me refiero a todo eso, que el lector ya sabe. Me refiero a una mentira más ladina, más taimada: lo que en verdad es la política.

Usted, estimado lector, debe estar más enterado que el común de los mortales electores que sabe que los políticos mienten, sabe que lo están engañando, pero aún así los defiende, los apoya ¡y vota por ellos!

Para no ser parte del montón ignorante, Ud. debe leer estos artículos cortos:

Una vez que usted sepa la realidad, estimado lector, sentirá que habrá “salido de la matrix”; sabrá la verdad, y sentirá malestar físico cada vez que escuche a un político abrir la boca y mentirnos descaradamente.

Lea Nuestro enemigo, el estado para que termine de enterarse de por qué el estado es profundamente antisocial.

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